No están todas los que son, pero sí son todas los que están. Esta es una lista muy subjetiva sobre hechos reproducidos en películas que nada tienen que ver con lo realmente acontecido. Comenta las que tú creas que tiene el mérito de estar en esta lista.
1. Gladiator (2000)
Inexactitudes: Cómodo (Joaquín Phoenix) en realidad
era muy apreciado por el Senado y gobernó durante 13 años con éxito en
lugar de los pocos infructuosos meses que presenta la película. El
Emperador no murió en la arena, sino en el baño a manos de un luchador
llamado Narciso.
Por qué de otra forma no habría molado: Nadie quiere
ver a Russel Crowe tardar trece años en matar a un emperador, que
encima era buen tío, para que además al final llegue antes un luchador y
se lo cargue él. Los malos nos gustan como los libros del Génesis
[sic.]: con relaciones incestuosas implícitas. Además, ya que cualquier
batallón romano que rompiese filas mientras lucha contra los bárbaros
habría sido destrozado sin piedad, la película habría durado quince
minutos.
2. Braveheart (1995)
Inexactitudes: William Wallace era un caballero de
una familia noble y a su padre, Malcolm, no lo mataron los ingleses,
sino que luchó del lado de Inglaterra a cambio de un favor político. En
lugar de kilts, Wallace y sus hombres llevaban camisas saffron.
Por qué sería una mierda sin estas inexactitudes: Tenemos que imaginarnos que si Mel Gibson tuviese que interpretar un papel con más facetas que el justo y ecuánime guerrero-rey-redentorse le derretiría la cara ante tal reto y se revelaría el circuito que
hay debajo. Y por muy divertido que sea eso, no lo es tanto como la
película tal como se hizo o lo que nos hemos desahogado gritando
“¡Podrán arrebatarnos nuestras cosas… pero no podrán arrebatarnos
nuestra LIBERTAD!” cuando nos quitan el cortauñas al pasar la policía en
los aeropuertos.
3. El Patriota (1998)
Inexactitudes: El personaje de Gibson, al que llaman
Benjamin Martin, está basado en alguien que existió: Francis “Zorro de
los pantanos” Marion. Este hombre nunca mató él solo a un pelotón del
ejército británico. Lo que sí hizo fue cargarse a docenas de indios
Cherokee desarmados y violar a sus esclavas.
Por qué daría asco sin el error: Está bien claro. No
estamos muy seguros de que alguien quiera ver una peli en la que los
malos queman iglesias llenas de prisioneros inocentes y el bueno abusa
sexualmente de esclavas y caza indios por deporte. No sabríamos ya con
quién ir, salvo quizá con los franceses… ¿y quién quiere eso?
4. Cold Mountain (2003)
Inexactitudes: Mientras Jude Law sólo
abandona su unidad tras una desastrosa batalla, el verdadero W.P. Inman
fue arrestado dos veces por “deserción cobarde de su puesto”. También,
ya que Inman comienza su viaje en un hospital en Raleigh, Carolina del
Norte, que está a unos 400 kilómetros al este de la Cold Mountain,
sorprende que consiga llegar al Océano Atlántico, que le queda unos 650
kms. a desmano, antes de llegar a casa.
Por qué de otra forma no habría molado: A pesar de
todo lo dicho, el error histórico que más salva ‘Cold Mountain’ es que
las mujeres de 1800 muy rara vez, si no nunca, se afeitaban las piernas.
Toma todas las escenas románticas entre Ada e Inman y añádele el
rasposo sonido de una cosecha de seis meses de pelo pernil y entenderás
de qué estamos hablando.
5. María Antonieta (2006)
La peli: Kirsten Dunst se
toma un descanso de ser quejica y egocéntrica en el Manhattan de hoy en
día para ser quejica y egocéntrica en la Francia del siglo XVIII.
Inexactitudes: Uno de los conflictos de la película se centra en la dificultad de María y Luis (Jason Schwartzman)
para tener un heredero. En la película, Luis tiene miedo del sexo. En
la vida real, Luis tenía fimosis, una enfermedad por la que el prepucio
del pene no se retracta. Esto se solucionó más tarde por medio de una
operación y la pareja procreó.
Por qué de otra forma no habría molado:
Lo único que tenemos menos ganas de ver que a Jason Schwartzman y a
Kirsten Dunst discutiendo sobre la piel sobrante del pene es metraje de
la operación en la que esta piel es retirada con todos los avances
tecnológicos de la medicina del siglo XVIII.
6. Amadeus (1994)
Inexactitudes: Sí, seguro que Mozart era
un hombre que disfrutaba un chiste ocasional sobre la diarrea, pero
bajo ningún concepto era el malpensado, risueño y simplón que se muestra
en la película. Además, la mayoría de los historiadores está de acuerdo
en que su relación con Salieri era de “rivalidad amistosa, marcada por
mutos respeto y admiración”. Y aunque la película apunta que Salieri
pueda haber matado a Mozart envenenándolo, la verdad es que
probablemente Mozart se mató bebiendo.
Por qué de otra forma no habría molado: Una película
sobre Mozart manteniendo una rivalidad amistosa con alguien a quien
respeta y admira y luego bebiendo hasta morir, habría sido tan
entretenida como muchas películas españolas.
7. 300 (2007)
Inexactitudes: Dejando a un lado el uso de misiles
mágicos, la ausencia de armaduras o escudos y la aparición de un malo
jorobado que se parece a una versión ceceante y de más de dos metros de Dhalsim, de ‘Street Fighter II’; ‘300’ parece glorificar algunos
aspectos de la vida espartana –valentía en la lucha, defensa de la
democracia, lealtad a la patria, lanzamiento constante de lanzas—
mientras pasa de puntillas por otros, como que Esparta era una casta de
fascistas dueños de esclavos, gobernados por la Iglesia, que
regularmente disfrutaban de la pederastia homosexual. Por qué de otra forma no habría molado: Simplemente, pregúntale a Oliver Stone o a cualquiera que haya gastado su dinero en ‘Alexander’.
8. Apocalypto (2006)
Inexactitudes: Aunque los mayas ocasionalmente
sí que hacían algún ritual con sacrificios humanos, eran una cultura
mucho más civilizada y compleja que la que aparece en la película. De
hecho, el dios del sol maya, Kukulkan, a quien se le ofrece el
sacrificio en el film, nunca pidió un sacrificio así, ni se le hizo. Así
que, fuese quien fuese el sacerdote que le ofrecía a este dios el
corazón humano, probablemente lo estaba asustando un huevo.
Por qué de otra forma no habría molado: Ey, si el
pseudo-Mel Gibson va a pasarse media película corriendo y la otra media
dando leches, más vale que sea porque le van a sacar el corazón con una
cuchara y no porque los viejos van a formar un tribunal dejando su pena
en arresto domiciliario y libertad condicional temporal.
9. Shakesperare in love (1998)
Inexactitudes: Básicamente, todo, pues Shakespeare
es una de las figuras más misteriosas de la Historia de Inglaterra. Los
historiadores todavía discuten sobre si era gay, un sobrenombre del
conde de Oxford o/y de Sir Francis Bacon, o un ciborg del futuro que
fue enviado a través del tiempo para fundar la civilización occidental y
que, de tal forma, provocó la creación de la hamburguesa McRib.
Por qué de otra forma no habría molado: No hay nada
menos cinematográfico que el que alguien pueda ser o pueda no ser gay y
que pueda haber o pueda no haber escrito una serie de obras que se le
atribuyeron después de su muerte… creemos.
10. 2001: Una odisea del espacio (1968)
Inexactitudes: Por si no lo habíais notado, la
visión de Arthur C. Clarke del amanecer de un milenio en el que seremos
dueños de nuestro sistema solar era un poco optimista. Y, aunque podamos
temer la muerte de manos de un maestro computerizado, tienen más
posibilidades Google o un bebé robot japonés chungo que nada que pueda
pergeñar IBM.
Por qué de otra forma no habría molado: Porque una película con acontecimientos reales de 2001 habría sido sobre la Super Bowl XXXV (festival de tanteos que quedó 34-7), el estreno del remake de
‘El planeta de los simios’ y la ruptura de las Spice Girls. Ah, y sobre
la Mir, la pieza de tecnología más avanzada del planeta, que cayó en la
Tierra de forma feroz y se estrelló en el mar.
Fuente: blogdecine.com